martes, 27 de enero de 2015
Pessoa Veliz , Yo nunca guardé rebaños... * *
Yo nunca guardé rebaños,
pero es como si los guardara.
Mi alma es como un pastor,
conoce el viento y el sol
y anda de la mano de las Estaciones
siguiendo y mirando.
Toda la paz de la Naturaleza a solas
viene a sentarse a ni lado.
Pero permanezco triste, como un atardecer
para nuestra imaginación,
cuando refresca en el fondo de la planicie
y se siente que la noche ha entrado
como una mariposa por la ventana.
Pero mi tristeza es sosiego
porque es natural y justa
y es lo que debe haber en el alma
cuando piensa que ya existe
y las manos cogen flores sin darse cuenta.
Con un ruido de cencerros
más allá de la curva del camino
mis pensamientos están contentos.
Pensar molesta como andar bajo la lluvia
cuando el viento crece y parece que llueve más.
No tengo ambiciones ni deseos.
Ser poeta no es una ambición mía.
Es mi manera de estar solo.
jueves, 15 de enero de 2015
NIKOLAI GUMILIOV .- Me he burlado de mí mismo...
Un alto en mi árido trabajo y mi oráculo de hoy dio con esta poesía
Me he burlado de mí mismo
Me he engañado
Al pensar que en el mundo
Podría haber algo mejor que tú.
Vestida con tu ropa blanca
como el pelo de una diosa antigua
Sostienes una esfera cristalina
Entre tus dedos transparentes y tiernos
Y todos los océanos, todas las montañas,
Los arcángeles, la gente, las flores,
Todo se refleja
En tus ojos juveniles y diáfanos.
Es extraño pensar que en el mundo
Pueda haber algo mejor que tú.
Quizás yo no sea más que una canción
Inventándote en las noches insomnes.
Llevas tanta luz sobre tus hombros
Una luz tan cegadora
Que se forman largas llamas
Como dos alas doradas.
Ella
Yo conozco una mujer: el silencio,
El cansancio amargo de las palabras,
Vive en el centelleo furtivo
De sus pupilas dilatadas.
Su alma ansiosa está abierta
A la música metálica del verso.
Ante la vida lejana y placentera
Es sorda y altiva.
Sus pasos son extraños,
Lentos e inaudibles,
No se puede decir que sea bella
Pero en ella encuentro mi felicidad.
Cuando necesito fortaleza
Valiente y orgulloso la busco
Para aprender de su tierna sabiduría
Con todo delirio y languidez.
Ella es luz en las horas inciertas
Sostén cuando todo parece perdido
y sus sueños exactos son como sombras
Sobre la arena ardiente del paraíso.
Me he burlado de mí mismo
Me he engañado
Al pensar que en el mundo
Podría haber algo mejor que tú.
Vestida con tu ropa blanca
como el pelo de una diosa antigua
Sostienes una esfera cristalina
Entre tus dedos transparentes y tiernos
Y todos los océanos, todas las montañas,
Los arcángeles, la gente, las flores,
Todo se refleja
En tus ojos juveniles y diáfanos.
Es extraño pensar que en el mundo
Pueda haber algo mejor que tú.
Quizás yo no sea más que una canción
Inventándote en las noches insomnes.
Llevas tanta luz sobre tus hombros
Una luz tan cegadora
Que se forman largas llamas
Como dos alas doradas.
Ella
Yo conozco una mujer: el silencio,
El cansancio amargo de las palabras,
Vive en el centelleo furtivo
De sus pupilas dilatadas.
Su alma ansiosa está abierta
A la música metálica del verso.
Ante la vida lejana y placentera
Es sorda y altiva.
Sus pasos son extraños,
Lentos e inaudibles,
No se puede decir que sea bella
Pero en ella encuentro mi felicidad.
Cuando necesito fortaleza
Valiente y orgulloso la busco
Para aprender de su tierna sabiduría
Con todo delirio y languidez.
Ella es luz en las horas inciertas
Sostén cuando todo parece perdido
y sus sueños exactos son como sombras
Sobre la arena ardiente del paraíso.
miércoles, 7 de enero de 2015
martes, 6 de enero de 2015
EN CUANTO SE DESPEJE .- Juan Antonio Massone
En cuanto se despeje
Ahora es preciso no desanimarse.
Podrá una rebanada de luz pasar por alto
un mediodía sin asociar tu nombre
al momento que anticipa desencanto.
Te dejo el encargo de una rogativa.
Este tiempo no sabe adónde acudir ni cobijarse.
Empieza por conocer la noche del planeta
y no te importe demasiado el abandono.
En cuanto se despeje hablará el cielo,
donde no queden niños esparcidos
mirando un mundo que no quiere verlos.
Quién sabe si los árboles nos soportan con ternura,
pero están allí, y les habla la mitad soñada
de quien soy; la otra debe conformarse a tu mirar
que a mí no se dirige, aun cuando
arrecia la historia con noticias siniestras
http://www.escritores.cl/elibros/Laolasumergida.pdf
Ahora es preciso no desanimarse.
Podrá una rebanada de luz pasar por alto
un mediodía sin asociar tu nombre
al momento que anticipa desencanto.
Te dejo el encargo de una rogativa.
Este tiempo no sabe adónde acudir ni cobijarse.
Empieza por conocer la noche del planeta
y no te importe demasiado el abandono.
En cuanto se despeje hablará el cielo,
donde no queden niños esparcidos
mirando un mundo que no quiere verlos.
Quién sabe si los árboles nos soportan con ternura,
pero están allí, y les habla la mitad soñada
de quien soy; la otra debe conformarse a tu mirar
que a mí no se dirige, aun cuando
arrecia la historia con noticias siniestras
http://www.escritores.cl/elibros/Laolasumergida.pdf
sábado, 3 de enero de 2015
Un dos tres
"Un , dos y tres" así contamos jugando con nuestros hijos de pocos meses de edad., les tapamos sus ojos, mientras sueltan una carcajada... "No está" les decimos mientras ellos aún no ven "Si está" dejándolos ver y vuelven estallar de alegría en medio de risas contagiosas. Dicen los psicólogos que a esa edad los niños creen que el mundo desaparece al cerrar sus ojos y que vuelve a aparecer cuando les es posible mirar... El mundo externo aún no invade su interioridad lo que les permite protegerse emocionalmente sólo cerrando sus ojos... El mundo de desvanece, ya no existe pues no es posible ser mirado Y vamos creciendo y no nos damos cuenta como ese mundo externo nos va invadiendo internamente arrasando con nuestras débiles e infantiles protecciones... Cerramos los ojos, y ese mundo que ya no vemos se nos presenta en sombras y ecos "No está" queremos convencernos y nos decimos eso internamente "Un, dos tres " nos responde el mundo, "eres tu ahora quien habita en mi"
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